
Cuando los demás niños tomaban refrescos gaseosos y dulces para el almuerzo, yo tenía que conformarme con comer siempre lo mismo: emparedado y jugo.
Mi madre siempre insistía en saber todo lo que hacíamos; en saber donde estábamos, parecía que estábamos encarcelados: tenía que saber quienes eran nuestros amigos y lo que estábamos haciendo.
Insistía en que, si decíamos que íbamos a tardar una hora en volver, solamente tardaríamos una hora.
Me da vergüenza admitirlo, pero tuvo el descaro de romper la “Ley contra trabajo de niños menores”, e hizo que laváramos los trastes, tediéramos camas, aprendiéramos a cocinar y muchas cosas más, igualmente crueles, y hasta creo se quedaba despierta por la noche pensando en las cosas que podría obligarnos a hacer, tán sólo por molestarnos: “que lávate los dientes, cepíllate el cabello, ponte a estudiar” y muchas cosas más.
Siempre insistía en que dijéramos la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad.Así, entre tanta crueldad, transcurrió mi infancia.
Pero cuando llegamos a la adolescencia y fue más sabia, nuestras vidas aún se hicieron más miserables.
Nadie podía tocar el claxón para que saliéramos corriendo, nos avergonzaba hasta el extremo de obligar a nuestros amigos a llegar hasta la puerta de la casa para preguntar por nosotros.
Mi madre fue un completo fracaso: ninguno de nosotros ha sido arrestado, cada uno de mis hermanos ha servido en alguna misión y también ha servido a su patria. Y ¿a quien debemos de culpar de nuestro futuro?Tienen razón, a nuestra “mala madre”.
Verán de lo que nos hemos perdido:Nunca hemos participado en una demostración de actos violentos y miles de cosas más que hicieron nuestros amigos.
Ella nos hizo convertirnos en adultos educados y honestos.
Ahora, usando esto como ejemplo, estoy tratando de educar a mis hijos de la misma manera. Estoy llena de orgullo cuando mis hijos me dicen que soy mala y doy gracias a Dios por haberme dado a la “Mamá más mala del mundo”.
Anónimo
FELICIDADES A TODAS LAS MAMAS, QUE DIOS LAS BENDIGA GRANDEMENTE.
2 comentarios:
Hola:
Saludos desde Chile. Llegué acá visitando blogs católicos.
Me pareció lindo el relato a las madres. La mía está al filo de lo bueno y malo jaja (es broma). Ella es un 7, siempre y cuando le convenga; creo, como le sucede a muchas mamitas.
Me gustó el blog, te invito que visites el mío cuando dispongas de un tiempito. La dirección es: www.vitaego.blogspot.com
Abrazos y bendiciones para sus cercanos.
Gretha el Señor te bendiga grandemente, el paso de fe que diste sera trascendente en tu vida.
Dios te bendiga y te llene de dones maravillosos.
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