El martes me invitaron a compartir una plática con los varones del Distrito Emanuel, el tema era ¿Después de los cuarenta que?
Y es que cuando estamos jóvenes creo que la mayoría de los hombres nos llegamos a visualizar a los 40 años, ¿pero que pasa después?, algunos piensan incluso que la vida comienza a los 40, hoy dicen que son los nuevos 30´s, pero increíblemente el tiempo se pasa y con ello muchos de nuestros sueños se van, aparecen algunas de nuestras frustraciones, todo eso aunado a una serie de cambios físicos sicológicos y orgánicos, la blonda cabellera, se vuelve en una lustrosa frente con coronilla, el abdomen de tallador, sigue siendo de tallador pero con el volumen de la ropa sucia incluida.
Todos esos cambios, son demasiado obvios, pero que pasa con aquellos que no consideramos, y que traen una factura de alto costo.
El punto es que es duro llegar a viejo.
Pero es más duro llegar a viejo y enfermo
llegar a viejo enfermo y sin lana y aun más
llegar a viejo, enfermo sin lana y solo.
Pero que hacemos nosotros, que tanto somos responsables de esa situación, y es que no nos vemos de más de 40 años hasta que ya los pasamos y entonces tenemos que enfrentar una situación que tuvimos suficiente tiempo de prever.
Procura una vida saludable, haz un plan sencillo de ejercicio, físico como mental, una caminata diaria, la lectura de un buen libro, comienza a estudiar computación o algún idioma, tal vez un viaje virtual por internet, conociendo lugares interesantes.
Estructura un esquema de ahorro de acuerdo a tus posibilidades, contratar un seguro que no necesariamente te asegura a ti, pero si puede dejar algo con que salir adelante a la familia en esos momentos en que falte tu apoyo, se sobrio en tus gastos.
Procura las buenas relaciones, edifica y fortalece con amor y sinceridad a tu familia y tus amistades, nunca es tarde para hacer nuevos amigos, hay gente extraordinariamente interesante a nuestro paso.
Por último está siempre a cuentas y mantén la paz con Dios, te aseguro que lo va a reflejar tu vida, tu salud, y todo tu ser.
Y es que cuando estamos jóvenes creo que la mayoría de los hombres nos llegamos a visualizar a los 40 años, ¿pero que pasa después?, algunos piensan incluso que la vida comienza a los 40, hoy dicen que son los nuevos 30´s, pero increíblemente el tiempo se pasa y con ello muchos de nuestros sueños se van, aparecen algunas de nuestras frustraciones, todo eso aunado a una serie de cambios físicos sicológicos y orgánicos, la blonda cabellera, se vuelve en una lustrosa frente con coronilla, el abdomen de tallador, sigue siendo de tallador pero con el volumen de la ropa sucia incluida.
Todos esos cambios, son demasiado obvios, pero que pasa con aquellos que no consideramos, y que traen una factura de alto costo.
El punto es que es duro llegar a viejo.
Pero es más duro llegar a viejo y enfermo
llegar a viejo enfermo y sin lana y aun más
llegar a viejo, enfermo sin lana y solo.
Pero que hacemos nosotros, que tanto somos responsables de esa situación, y es que no nos vemos de más de 40 años hasta que ya los pasamos y entonces tenemos que enfrentar una situación que tuvimos suficiente tiempo de prever.
Procura una vida saludable, haz un plan sencillo de ejercicio, físico como mental, una caminata diaria, la lectura de un buen libro, comienza a estudiar computación o algún idioma, tal vez un viaje virtual por internet, conociendo lugares interesantes.
Estructura un esquema de ahorro de acuerdo a tus posibilidades, contratar un seguro que no necesariamente te asegura a ti, pero si puede dejar algo con que salir adelante a la familia en esos momentos en que falte tu apoyo, se sobrio en tus gastos.
Procura las buenas relaciones, edifica y fortalece con amor y sinceridad a tu familia y tus amistades, nunca es tarde para hacer nuevos amigos, hay gente extraordinariamente interesante a nuestro paso.
Por último está siempre a cuentas y mantén la paz con Dios, te aseguro que lo va a reflejar tu vida, tu salud, y todo tu ser.
1 comentario:
saludos hermano que El Senor Jesus lo siga usando grendemente
Publicar un comentario