1 En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea,
2 y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. Mateo 3:1-2
MISMO MENSAJE.
12 Cuando Jesús oyó que Juan estaba preso, volvió a Galilea;
17 Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.
18 Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores.
SEGUNDO LLAMADO
19 Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres.
Antes de pretender tener o ejercer algún ministerio, servicio grande o pequeño dentro del cuerpo (Iglesia) del Señor. Esta primeramente el llamado a arrepentirnos, no como una palabra que forma parte de nuestro vocabulario, sino como un ejercicio que me libera del dolor de haber hecho algo que me avergüenza, que ha ofendido y lastimado el corazón de Dios, además vaya Ud. a saber de cuanta gente más.
Es el evento donde reconozco que he pecado, pero no solo eso, sino que quiero cambiar, resarcir y nunca volver ahí.
El arrepentimiento es el verdadero puente entre el pecado y el perdón, no podemos cruzar de un lado a otro sin ese puente, cuando pasamos del pecado al perdón simplemente, estamos aliviando nuestra condición de malestar y es por eso que caemos tantas veces en el mismo pecado, porque el arrepentimiento es una acción que transforma mi vida y me lleva a no querer repetir lo malo delante de Dios.
No es solo un evento de emocional, es una verdadera convicción de que hay algo mal en mi vida que debo de dejar y cambiar.
8 Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.
9 Afligíos, y lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza.
10 Humillaos delante del Señor, y él os exaltará. Santiago 4:8-10
Si hay algo en nuestra vida, de lo cual debamos arrepentirnos, hoy es un buen día para volvernos al amoroso padre que es siempre fiel y dispuesto a perdonarnos.
18 Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti.
19 Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros.
24 porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse. Lucas 15:17-21,24
QUE SEA ESTE UN DIA DE GRAN REGOCIJO EN TU VIDA.
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