El tema que va de boca en boca en estos días es el de la inseguridad. La verdad no soy de esas personas que cada vez que se levantan de su cama sientan una constante preocupación por salir a la calle, y esperar con ansias la nueva nota roja. Es cierto, las balas, pandillas, robos, estafas, drogas, altercados, por no seguir mencionando hechos beligerantes y/o deshonestos, están a la orden del día, y quién sabe, alguno de los afectados podría ser alguno de nuestros amigos, familiares o conocidos. Yo soy algo neófita en este tópico, pero algo que les puedo decir, es quiénes son estas personas. Egoístas, es el primer título que se me viene a la mente. El dinero, corrompe, y más cuando se propone como meta el camino y la riqueza fácil, rápida... ¿Duradera, efectiva, obtenida íntegramente? Claro que no. Algunos podrían decir "Sudé sangre para estar donde estoy ahorita", ellos dirían "Para estar donde estoy, hice sangrar a otros". Esto me pone a pensar, ¿A qué precio obtenemos lo que queremos? ¿Realmente es felicidad, o un hueco retumbante que no tiene manera de saciarse? Yo sé perfectamente que copiar una tarea no te va a volver el nuevo Chapo Guzmán o algo por el estilo.... Pero somos nosotros los que tenemos el poder de cambiar las cosas tenemos el control para no "empinarnos" más....Como país, como sociedad. Y vaya que la nuestra está cimentada de diferentes estratos, circunstancias. Pero siempre estará el camino fácil, el camino excluyente del bien común, el que a instancias parece bueno... Pero créeme, las decisiones fáciles son tan engañosas que buscan la manera de voltearlo todo al revés. Un día somos ases, los siguientes mentirosos y estafadores. Por más difícil que nos pegue la vida, por más duro que sea negarnos.....El esfuerzo y el sacrificio NUNCA cobrarán venganza.
Escrito por Luisa Fernanda García Carbajal
Luisa es una joven miembro de esta iglesia.
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